Hace 13 años llegó a Honduras un misionero español, conocido como el «Padre Álvaro Ramos», quien a través de su iniciativa por ayudar se ha quedado en el país para compartir su vida con los más necesitados.
El sacerdote, es licenciado en derecho por la Universidad Pontificia de Comillas ICADE-ICAI y tiene un MBA por la escuela de negocios de la Universidad de Carolina del Norte. Ha trabajado para el prestigioso despacho de abogados Freshfields Bruckhaus Deringer, el banco de inversión Bank of America y el gigante inmobiliario español AZORA.
Desde que decidió arribar a Honduras ha formado parte del proyecto de Jesús (Asociación Colaboración y Esfuerzo), donde ha dedicado su vida al servicio de los demás, como amigo, misionero y sacerdote.
En una entrevista dijo que los misioneros tienen el mejor modelo de negocio que hay, que es el Evangelio “Dios es el primer y mejor empresario de la historia. ¿A quién se le ocurre montar un universo y montar un planeta? Dios es el primer gran emprendedor y el primer gran economista”.
Uno de los motivos de su estancia en Honduras es mejorar la vida de muchas familias sobre todo la educación, ya que cientos de personas no tienen la oportunidad de preparase académicamente por ser víctimas de la pobreza.
“El mayor impacto es conseguir que nadie muera por falta de comida, que todo el mundo tenga acceso a agua y que niños tengan acceso a la educación. Hay que cuidar el planeta, perfecto, pero hay que cuidar primero a las personas”, expresó el Sacerdote.
La vida del padre Álvaro Ramos es un ejemplo a seguir, por su destacada estadía en Honduras y en nuestra Asociación; dejando sus proyectos personales por construir proyectos que benefician a la sociedad.