Estimados amigos y colaboradores:
Con la llegada de la Navidad y el Año Nuevo os hago llegar un cordial saludo.
En nombre de los que estamos en estas tierras ¡Gracias!
Con ayuda de todos se ha logrado apoyar la educación de más de once mil estudiantes. Unas mil
personas en Honduras han tenido la oportunidad de ayudar organizadamente en más de
cuarenta proyectos y nos visitaron de otros países doscientas cuatro personas.
Hemos intentado ayudar a mejorar, en el sentido más completo posible, la vida de todos,
especialmente de los excluidos de la sociedad participando ellos mismos en el proceso. Un
proyecto en el que todos salimos favorecidos.
Fueron días de mucha alegría cuando diez jóvenes partieron para estudiar en diversas
universidades de España o en Honduras dieciséis terminaron sus licenciaturas. Nos alegró
cuando abrimos tres casas para que jóvenes estudiantes pudieran prepararse o pudimos hacer
un convenio con las universidades de Mondragón y Escuni. En el vertedero de basura de
Tegucigalpa pudimos comenzar la construcción de un centro para ayudar a los que pasan allí
gran parte de su vida. Volvieron a llegar contenedores y fueron de gran ayuda los ocho que
recibimos este año.
La trágica muerte del joven José Daniel Cabellos nos sorprendió a todos, al igual que la fe de su
familia. Gran joven que dejó su huella y recuerdo en el proyecto para siempre.
Decirles que después de dos años de pandemia, difícil para todos, pero más para los pobres,
estamos con esperanza por la “vuelta a la normalidad” del 2022.
Gracias a todos por entrar en este camino de “Aprender a compartir”.
Que estos días de Navidad renueven en nosotros la alegría de la Luz que nace, trayendo
esperanza y vida al mundo.
Vuestro amigo.
Patricio Larrosa